Desde sus orígenes, la protección de la información en las empresas ha sido un requisito fundamental, ya que las consecuencias de su pérdida pueden afectar directamente a la funcionalidad y al funcionamiento de una organización.
Esta protección va más allá de los equipos y recursos tecnológicos, e incluye documentos, manuales y escritos, legales, operativos, técnicos y otros, y suele conformar toda la plataforma digital de una empresa.
En cuanto a la tecnología, no sólo abarca el uso de una herramienta para realizar las copias de seguridad, sino la aplicación y el cumplimiento de las normas y recomendaciones (en términos de seguridad, protección y provisión física) que deben seguir los usuarios para la protección y garantía de los datos.
Estas soluciones pueden ser tan sencillas como las proporcionadas por las herramientas de los sistemas operativos de los ordenadores y servidores, que pueden permitir la copia de la información en los dispositivos de almacenamiento. Estas herramientas deben contar preferentemente con las medidas de seguridad y protección adecuadas; y las más complejas y elaboradas (por ejemplo, las que guardan las copias de seguridad de la información en dispositivos variados y en diferentes lugares) deben ser fáciles de administrar y garantizar la integridad de los volúmenes que contienen las copias de seguridad.